Habilidades Comunicativas, un desafío
- Verónica Vilches R.
- 18 feb 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 21 mar 2023
Hacer un uso eficiente de nuestras habilidades comunicativas es, en la vida profesional y laboral, una herramienta que facilita la sinergia en equipos de trabajo, la credibilidad en los líderes y el fortalecimiento de la imagen profesional del hablante.
Nuestro sistema escolar, desde el currículum oculto principalmente, no destina recursos docentes ni didácticos pertinentes para el desarrollo de las habilidades de expresión oral, corporal, escrita, pese a aparecer declaradas en los planes y programas de los distintos subsectores educativos. Por otra parte, se malinterpretó la "pertinencia cultural" de los estilos comunicativos en registros incultos, informales en todos los contextos.
Los estudiantes, desde tempranas edades son expuestos al uso de medios de tecnología como smartphones, tablets y computadores, sin existir un adulto que acompañe y haga de mediador entre la tecnología y el niño. Esta situación condiciona el desarrollo de personas que son poco eficientes al momento de comunicarse con un otro real, con quien mirarse y compartir, pues ya sabemos que el uso de estos elementos nos sumerge en un "mundo ideal" en el que "no necesito" hablar o escribir bien para que el otro me comprenda. Llevado este estudiante de la educación escolar obligatoria, al contexto de Educación Superior en cualquiera de sus instituciones (Universidades, Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica) se encontrará deficiente en sus instancias de comunicación formal, como son las Exposiciones Orales, Pruebas Orales o Escritas; en ellas se advierte escaso manejo de vocabulario, no sólo del propio de la especialidad, sino del léxico que utilizamos a diario, pobres habilidades de comprensión lectora, encontrándose en el nivel literal la mayor parte de ellos; además del déficit léxico y lector, se advierte pobre uso de recursos morfosintácticos complejos, manifestado en un pobre repertorio de nexos que resta cohesión y coherencia a sus discursos.
Como fonoaudióloga, he podido recibir consultas de adolescentes y adultos que notan una deficiencia en sus habilidades comunicativas y lingüísticas, siendo de apoyo para su defensa de tesis, presentaciones orales y su vida cotidiana. Esta experiencia me ha servido de base para desarrollar un programa de asesoría individual y grupal en estas competencias, cada vez más necesarias en el mundo estudiantil y profesional. A través de actividades lúdicas de toma de conciencia de patrones que limitan la comunicación y cierran posibilidades de desarrollo, reaprendemos a ser auténticos, creíbles y eficientes.



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